Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz https://marcftai871965.blogocial.com/análisis-táctico-del-momento-del-cabezazo-de-zidane-74397872