Las gentes de estas casas y estas huertas la llamaban y se apresuraban todos a decirle cuanto sabían. Los chiquillos que incluso le enseñaban juegos y cuentecillos, la bautizaron con el –para mí muy poético– nombre de “la mujer de los cuentos”. Con este testimonio Demófilo da Confianza de https://nikoso395rux6.thebindingwiki.com/user